La cárcel de Kilmainham data de finales del siglo XVIII y durante más de 100 años albergó a gran cantidad de prisioneros entre los cuales estaban múltiples líderes de la revolución Irlandesa.
Cuando fuimos a Dublín el pasado otoño fue uno de los lugares que llevábamos en la lista de sitios que visitar. La capital irlandesa es una ciudad pequeña y es perfecta para una escapada de fin de semana.
A parte de Trinity College, Temple Bar, O’Connell Street y Grafton street entre otros, nos pareció una atracción interesante.
Para llegar a la cárcel podéis coger varios buses desde el centro, pero en nuestro caso (ya os había contado nuestra afición por caminar ¿no? ) la primera vez decidimos ir andando.
Aprovechamos para ver varios barrios bastante chulos y nos guiamos por unos carteles que hay una vez pasada la fábrica de Guinnes, sin embargo he de confesar que se nos hizo largo.

Nuestro Hostel estaba al lado del City Hall ( Kinlay House ) .
Según vimos después en google maps la distancia era ‘sólo’ de 3 km, unos 35 minutos andando, pero al ser la primera vez que lo hacíamos nos pareció mucho más.
Lo malo es que no se puede reservar ni comprar previamente la entrada por lo que al llegar , corres el riesgo de ver el cartel de «SOLD OUT» y eso nos pasó.
Nos recomendaron que la próxima vez fuésemos pronto, a primera hora de la mañana o de la tarde para coger sitio en uno de los tours.
La opción que escogimos fue volver a acercarnos, a la mañana siguiente, hasta la orilla del río y coger el bus 79 (importante, en los buses de Dublín llevad el importe justo porque hay que meterlo en una máquina, el conductor no da cambio).
Tuvimos que esperar unos 10-15 minutos en la cola y ya entramos. Tras pagar 4€ ,tendréis que estar otros 10 minutos en la zona del museo donde hay fotografías de antiguos presos, cartas a familiares etc.
Allí nos recogió nuestro guía el cual nos enseñó la cárcel empezando por la capilla.
La primera historia que cuenta es la de Joseph Plunkett, revolucionario irlandés, el cual se casó con su prometida Grace Grifford en dicha capilla justo antes de ser fusilado tras el «Alzamiento de Pascua».
Después se recorre el resto de instalaciones, los calabozos, patios, y demás zonas.
En Kilmainham se encarcelaba a todo tipo de prisioneros. Compartían celda hombres, mujeres y niños ya sea por robo o por asesinato, la única luz era la de las velas y sólo una comida diaria (más de lo que muchos se podían permitir fuera).
Además del día a día en este lugar,os explicarán la historia reciente del país.
Siempre y cuando podáis entenderlo… en nuestro caso el guía hablaba rapidísimo, lo que sumado al acento irlandés hizo que de vez en cuando desconectásemos totalmente de las explicaciones porque ya no conseguíamos poner más del 200% de nuestra concentración para entenderle.

Recomendaciones:
- Acercáos en bus, ya sea en transporte público o los que hay de ‘ Hop on / hop off ‘ que pasan por la zona.
- Madrugad o id a primera hora de la tarde,sino no vais a coger sitio para entrar.
- Armaos de paciencia con el tema inglés, nosotros no pudimos entender muchas cosas de las que decía el guía. Hablabla rapidísimo+acento irlandés = ufff
- Leed antes algo de la historia tanto del país como de la cárcel, os ayudará a apreciarlo mejor.
A mí me pareció una visita interesante, y dentro de los precios que se manejan en Dublín es más que asequible.
Además si sois fans de «En el nombre del padre» podréis pasear por uno de los escenarios principales de ésta película, entre otras, así como de la historia reciente de Irlanda.
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