La cárcel de Kilmainham data de finales del siglo XVIII y durante más de 100 años albergó a gran cantidad de prisioneros entre los cuales estaban múltiples líderes de la revolución Irlandesa.
Cuando fuimos a Dublín el pasado otoño fue uno de los lugares que llevábamos en la lista de sitios que visitar. La capital irlandesa es una ciudad pequeña y es perfecta para una escapada de fin de semana.
A parte de Trinity College, Temple Bar, O’Connell Street y Grafton street entre otros, nos pareció una atracción interesante.