Para empezar este post tengo que hacer unas presentaciones primero.
A este paseo nos llevaron mis padres y de ellos no os había hablado antes.

Bego e Igna son los «culpables» de mi curiosidad viajera, desde pequeña me llevaron de un lado a otro de España, Portugal y cuando ya era un poco más mayor de viaje a Italia y tantos otros sitios que alimentaron mis ganas de ver más.
El descubrir que a tres horas de casa había otra moneda (de aquella todavía los escudos portugueses), hablaban otro idioma, había otras costumbres para mí era increíble (como el paté de sardinas).
A ellos les tengo que agradecer que no quiera parar de moverme.

Pues como siempre están en movimiento, ellos ya habían estado en este banco y preparamos una excursión para ir a verlo.

En principio al denominado «mejor banco del mundo» se puede llegar en coche, pero nosotros realizamos una ruta muy recomendable para disfrutar más del paisaje de la zona.

Empezamos en la Playa de Esteiro o  Praia do Esteiro de Bares (Ayuntamiento de Mañón). Llegamos pasado el mediodía por lo que decidimos dar una vuelta por la playa y luego comer en el bar que hay en medio del pinar que la rodea.
Este establecimiento está abierto todo el año y tiene una carta de raciones con precios más que asequibles. Una buena opción si no te llevas bocata o como en nuestro caso, al no hacer día de playa preferimos comer en el bar. Unos 8€/persona fue lo que pagamos: varias raciones,bebida y café.

 

Una vez comimos, nos pusimos en marcha.
La ruta comienza cogiendo la pasarela de la playa y luego subiendo hacia la zona de los acantilados (como referencia, por detrás de una casita blanca y azul).

camino al banco esteiro.jpg

El trayecto es aproximadamente de unos 5km hasta el banco de Loiba.
El recorrido nos encantó, los acantilados, las rocas escarpadas, zonas bañadas de verdín y la vegetación que lo rodea hacen que esta ruta sea un regalo para la vista.

Aunque hay un banco en concreto que es el calificado como mejor del mundo, tiene varias «sucursales» por el camino. Incluso mesas de picnic en las que podéis merendar con unas vistas espectaculares.

A pocos metros de la meta hay una bajada a una  playa, en un día de sol un baño en esas aguas tiene que ser una buena experiencia. No llovía pero el clima no acompañaba para darse un chapuzón., así que seguimos nuestro recorrido.

Una vez se llega a los acantilados de Loiba, hay un banco que da a engaño porque es el único que se ve desde la pista por la que acceden los coches. Vimos varias personas que llegaban a él y luego se daban la vuelta, pero el famoso está un poco más alejado. La verdad, que cuando llegas es fácil reconocer el por qué fue calificado como el mejor del mundo.

Sin embargo, he de decir que al lado justo de éste hay otro banco escondido que no le tiene nada que envidiar. De hecho, está entre unas rocas y lo hace más encantador si cabe.

hacia el banco de loiba.jpg
No tiene pérdida
sucursal banco loiba
En una de las sucursales del mejor banco

Una vez hechas las fotos de rigor y disfrutado del paisaje,nos volvimos hasta Esteiro pero esta vez por la carretera. Se acorta bastante y había unos nubarrones grises que acechaban. Al coger esta carretera la vuelta es de unos 3km.

el mejor banco del mundo loiba.jpg
El mejor banco del mundo.

Desde esta zona podéis aprovechar para acercaros a los acantilados más altos de Europa los Acantilados de Hebeira, el mejor mirador es «Garita de Herveira». Desde ahí arriba tendréis una vista impresionante, se mezcla el verde del campo con el azote del oleaje contra la roca. Y puede que veáis alguna vaca haciendo malabares para no despeñarse por el acantilado abajo, pura ternera gallega ninja

Después de  hacer esta parada podéis continuar hasta San Andrés de Teixido, coger una «herba de namorar» y comer unas rosquillas.
Y lo mejor de todo, ya estaréis libres de maldición porque ya se sabe que «A San Andrés de Teixido vai de morto que non foi de vivo»