«Eeeel final, deeel verano … Llegó y tú partiráaaaaas» así cantaba el Dúo Dinámico al final de esta estación siempre idílica en nuestras mentes, aunque a veces no sea tanto.

En ocasiones se transforma en colas, toallas a 10cm y mucha gente. Sin embargo Septiembre, y los últimos coletazos del verano no suelen decepcionar y mi amiga Lucía y yo nos fuimos a Ibiza a corroborarlo.

Cogimos estos días con ganas de desconectar, conocer esta isla y sobretodo disfrutar.

Una furgoneta sin plan y sin rumbo para vivir el lado de esta isla que está fuera de la fiesta y las happy hour y más cerca de las disfrutonas que somos.

¿Vienes con nosotras? No te arrepentirás.

DÍA 1:

Llegamos a Ibiza a las 8 de la mañana, comienza uno de esos días que no sabes si madrugaste o es que te acostaste tarde (nos levantamos a las 4 para coger el vuelo).

En el parking ya nos espera Juan con «la Merche» nuestra furgo y compañera de batallas. La alquilamos a través de la plataforma Yescapa y fue un gran acierto por el cual este viaje fue tan bien.

Pagamos menos que la suma de un hotel+ coche de alquiler y tuvimos la libertad de dormir cada día en una zona de la isla. Sin tener que estar volviendo constantemente al hotel y ahorrarnos quilómetros y atascos ( y ganar despertares en sitios de ensueño).

Nuestra primera parada fue Pou des Lleó, hacia el noreste de la isla. Una pequeña cala con casitas de pescadores y un chiringuito, muy tranquila y dónde también os podéis quedar a dormir.

Cala Pou des Lleó, Ibiza
Pou des Lleó

Había leído en alguna página que había un pequeño paseo hasta la Torre d’en Valls y allá fuimos. No se tarda más de 10 minutos y un poco antes de llegar veréis una casa (casoplón) abandonada a mano derecha. Nosotras nos metimos hacia la zona delantera de ésta y encontramos unas escaleras a lo largo del acantilado que fue nuestro primer momentazo, llevábamos poco en Ibiza y esto ya prometía.

Tras una bajada sinuosa por esas escaleras, podréis disfrutar de un baño tranquilamente en unas aguas de un azul oscuro sobrecogedor. ¡Apúntalo!

Tras unas horas a remojo nos entra el hambre y nos vamos a un lugar muy peculiar y emblema de la isla. Bar Anita, un bar que desde los años 60 fue muy transitado por los hippies ya que también era oficina de correos de ahí todos los buzones que tiene en su peculiar interior. Comemos rico y a buen precio (35€ entre las dos) y volvemos a ponernos en marcha. Id con calma porque nosotras tuvimos que esperar una media hora para poder sentarnos.

Después de esta recomendación de dos amigas (¡gracias Maca y Bárbara!) nos vamos a Sa Caleta, hacia el sur de la isla. Una pequeña playa de arena, con poco espacio para las toallas pero rodeada de un precioso acantilado anaranjado.

La mala vida

Terminamos el día en yendo en dirección contraria a la mayoría de coches que nos cruzábamos, nos vamos hasta Cala Vadella. Cogemos el desvío del mirador y nos adentramos por un camino de tierra hasta una explanada donde pernoctaremos.

DÍA 2:

Lo que por la noche parecía una simple explanada cerca del mar, se descubre como un lugar realmente espectacular por la mañana. Nos levantamos con unas vistas preciosas a Cala Vadella ¡un lugar de ensueño!.

Merche aparcada y con vistas

Además , explorando los alrededores, nos encontramos con una bajada hasta una de estas múltiples casetas de pescadores que hay a lo largo de la isla y nos damos un buen chapuzón mañanero en nuestra piscina natural particular.

Tras este nuevo rato a remojo nos vamos hasta Cala Tarida, una playa relativamente grande de arena que encontramos bastante llena de gente. Típico chiringuito a pie de playa y mucho turismo. Nos tomamos un tinto de verano y nos vamos con ganas de un sitio más apartado.

Esta vez decidimos explorar el lugar dónde vamos a pernoctar de día para ver si nos gusta, y vamos hasta otra gran explanada cerca de Cala Comte. Caminando 5 minutos encontramos la bajada (otras sinuosas escaleras) hasta Sa Figuera Borda, una pequeña cala de rocas con una cueva que nos deja boquiabiertas. ¿Va a dejar de sorprendernos este lugar con cada rincón?

Nos bañamos poco porque había medusas, pero comemos allí tranquilamente (llevamos cosas para picar en la Merche y damos cuenta de ellas).

Sobre las 5 de la tarde vamos hasta Cala Comte, a menos de 5 minutos de este punto en coche , y dejamos la furgoneta algo atrás ya que la zona está bastante repleta de coches ya a esta hora. Es domingo y la playa está llena, aún así encontramos un sitio donde asentarnos en las rocas.

Os recomiendo sentaros del lado izquierdo del chiringuito Ashram Sunset (dejando en el medio el chiringuito, a la izquierda de éste) para poder ver el atardecer como privilegiados y con la música del bar de fondo.

Nos remojamos en las aguas cristalinas de la cala, nos mecemos haciendo el muerto al ritmo de las olas y vemos como el sol empieza a bajar y comienza la tamborrada. Se crea una atmósfera especial en la que todo el mundo está disfrutando del momento, sintiéndose afortunado por poder estar allí.

Aprovechamos para tomarnos algo mientras, el bar es bastante caro y trabaja bajo reservas anticipadas pero seguimos teniendo provisiones y nos tomamos una copa , que sí dejan sacar para la playa, para rematar el día (gin tonic 12€ ojito) además de otro chapuzón a la luz de la luna en el templado mediterráneo.

Merche se pone en marcha, volvemos a la magnífica explanada donde vamos a pernoctar (nosotras y algún otro furgonetero) con la luna reflejando sobre el mar.

DÍA 3:

Seguimos con recomendaciones y ponemos rumbo hacia Cala Salada y Saladeta, sin embargo al llegar nos avisan de que están al completo de capacidad. No nos apetece hacer cola para ir a una playa… así que nos dirigimos algo más hacia el norte donde parece que muchos turistas no se «adentran».

Paramos en Cala Xuclar, nos recibe una empinada bajada de tierra antes e llegar a esta pequeña cala con un chiringuito (solo acepta efectivo) y poca gente.

Estamos estupendamente pero la lluvia no opina lo mismo y aparece, como buenas gallegas intentamos aguantar… pero al final nos vamos.

Nuestra parada es Portinatx , al final del pueblo hay un parking donde decidimos que va a ser el lugar para nuestra última noche. Tras comer en la furgoneta, y un helado dando un paseo por el pueblo , nos acercamos a la pequeña playa del principio de Portinatx para disfrutar de las aguas cristalinas y mansas, realmente espectaculares.

Peeero como somos culos inquietos, decidimos acercarnos a Benirrás.

En esta Cala el día fuerte es el domingo, de hecho hay carteles que avisan que está limitada la circulación en ese día. Su fama viene dada por la tamborrada y los puestos de tiendas hippies que hay en la entrada. A pesar de ser lunes hay algo de ambiente, dos chicos tocando sus tambores y la gente se anima a bailar. Si tengo que elegir, me quedo con el atardecer en Cala Comte.

Volvemos a Portinatx y como es nuestra última noche, nos quitamos el bikini y pareo, nos vestimos bien y nos vamos a cenar al restaurante Los enamorados, a pocos pasos de donde vamos a pernoctar.

Un lugar con una decoración cuidada, buen servicio, vistas privilegiadas de la playa y una comida muy rica. El precio más que razonable para lo que comimos, sobretodo siendo Ibiza (40€/persona).

Nuestro estómago se va contento a dormir a pesar de que ya percibimos el final de las vacaciones…

DÍA 4:

Antes de desayunar intentamos hacer la ruta hasta el faro de Portinatx, sin embargo no está bien señalizada ( o nosotras medio dormidas) y lo damos por imposible. Así que damos media vuelta, un bañito de despedida en la playa y nos vestimos para irnos a Ibiza Capital.

Había visto en varias reseñas que recomendaban ir a Croissant Show, un peculiar café cerca de la muralla donde la especialidad (obviamente ) son los croissants. Sin embargo, estaba lleno hasta ariba por lo que nos sentamos en Localito Ibiza ,también al lado del mercado, y desayunamos como campeonas para coger fuerzas en el tramo final del viaje.

Nos queda tiempo para dar un paseo por la muralla renacentista del barrio de Dalt Vila , la cual comenzó a ser remodelada en 1555. Un bonito recorrido para terminar estos día en la isla.

Nos vamos a darle un bañito a Merche y de vuelta para Galicia con al sensación de que tenemos que volver porque quedó muuuucho por ver.

Y tú, ¿conoces Ibiza? ¿ en qué plan te gustaría visitarla?

Aquí os dejo el mapa de los sitios donde pernoctamos, visitamos y comimos.
Y en amarillo los que nos recomendaron y quedaron pendientes.

¡Hasta la próxima,Ibiza!

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