Querida Mei,
Retomo este post que se quedó a medias.
Hace un año exactamente me llevaste a Cambridge en un maravilloso viaje/visita que compartimos juntas.
Tengo que consultar las fotos para saber exactamente si fuimos primero a Brimingham, Cambridge o Londres, porque ya no te puedo preguntar.
A lo largo de mis añoshe perdido amigos, como se pierden cuando te haces mayor. Con la distancia, con el tiempo, con los cambios. Sin embargo, tú te fuiste de golpe sin avisar, con sueños por cumplir y planes a medio hacer. Siento que aquel día en Cambridge se va borrando, difuminando, poco a poco dependiendo al 100% de mis recuerdos porque ya no los puedo comparar con los tuyos, por eso lo dejo aquí plasmado.
Cuando empecé a redactar estas notas sobre Cambridge hablaba de lo de siempre: el transporte, la comida, los precios. Pero hoy he decidido hacerlo totalmente diferente.
Recuerdo la feísima estación de buses de Bedford. Fuimos en bus porque aunque te encantaba conducir, odiabas las carreteras inglesas saturadas de coches a pesar de los tres o cuatro carriles por sentido.
Mientras esperábamos entramos en varios charities, que te chiflaban, intentado encontrar algún tesoro escondido que alegrase aquella mañana, más todavía. Estábamos encantadas, contentas, sonrientes, porque el sol brillaba en Inglaterra ¡menuda suerte! y no daban lluvia hasta el día que yo volvía a España.
Nos subimos al bus (X5) y tras unas cabezaditas y algo más de una hora, llegamos a Cambridge. No sé exactamente el lugar donde nos dejó, pero nos recibió una enorme explanada de hierba verde y fresca, perfectamente cortada donde también tenías una foto con tus padres.
Nos fuimos a (re)desayunar, podría recomendar aquella cafetería tan acogedora pero mentiría con el nombre. Esos días comimos mucho, de hecho lo comentamos, estando de viaje parábamos cada poco a tomar algo. Una carrot cake y un croissant con plátano, unos capuchino que parecían piscinas mientras mirábamos por aquella ventanita y me decías que esas casas blancas con madera negra te encantaban, que te encantaría ir a vivir a Cambridge. Qué cosas… ¿no?

Cambridge me pareció pequeña pero bulliciosa y muy inglesa. Me encantó, lo disfrutamos ¡mucho!
Regateamos un poco , tú siempre buscando el ahorro, con unos de los estudiantes que ofrecían paseos en barca y tras conseguir un buen precio nos fuimos a recorrer el río y ver una parte de los College diferente, la parte de atrás.
Lo disfrutamos como enanas y me dijiste «apunta todo el recorrido para el post» .
Nos reímos mucho con los meneitos de la barca, los comentarios de los » barqueros»y sobretodo con los ingleses sacados de Geordie Shore que iban en una barca cercana comiendo fresas y bebiendo «proseco» ¡cuanto glamour!
El mapa de Cambridge valía 2’5 £ en información y turismo, así que optamos por pasear sin rumbo entrando y saliendo de todos los lugares (gratuitos).
Jardines, casas y college con sus impresionantes patios. Esos césped que invitaban a quedarnos allí y dejar que pasase el tiempo apoyadas de espaldas y viendo las nubes pasar.

Comimos en «wabisabi» una cadena de comida japonesa porque teníamos antojo y entramos en Harry’s a comprar chocolate, de hecho todavía tenemos en casa un trozo de la tableta que le traje de Óscar de chocolate negro y cayena.
No lo vimos todo, pero disfrutamos de cada rato en esa pequeña ciudad de cuento que es Cambridge. Esperamos en el césped (la de la foto con tus padres) tumbadas al sol inglés a que viniese nuestro bus. Pasamos frío a la vuelta porque una señora abrió todas las ventanas de par en par , pero te quedaste dormida igualmente.
Ese agosto hablamos de que la próxima vez iríamos a Oxford y a unos cuantos sitios más que teníamos planeados para este verano.
Ahora lo pienso y una oleada de sentimientos me invaden, se contradicen y luchan, pero al final todos me llevan a recordar aquel día y a ti con una sonrisa.
Quizás algún día cojamos un coche Óscar , yo y quién se apunte , y por esas carreteras con atascos sin fin nos iremos a recorrer Reino Unido y de alguna forma, vendrás con nosotros.
Seguro que a quién lea este post le recomendarías Cambridge con insistencia ¡te encantaba! También les recomendarías (o mandarías , bossy girl) que disfruten de cada viaje , que hagan muchas fotos , coman cosas ricas y sobretodo que sonrían y hagan todo con el corazón.
Porque al fin y al cabo, nunca se sabe.
3 septiembre, 2018 at 19:54
Bonito…
Me gustaLe gusta a 1 persona
15 septiembre, 2018 at 23:05
🖤🖤🖤❤️❤️❤️❤️
Me gustaMe gusta
9 septiembre, 2018 at 17:46
Muy bonito homenaje…
Me gustaLe gusta a 1 persona
15 septiembre, 2018 at 23:01
Gracias, un alma viajera que nos dejó demasiado pronto 🖤
Me gustaLe gusta a 1 persona
25 mayo, 2019 at 22:34
Búscala reflejada en tus espejos del alma. Sin dudas allí la encontrarás sonriente.
Me gustaLe gusta a 1 persona
12 diciembre, 2019 at 11:00
Gracias 😣😘
Me gustaMe gusta