Aveiro, lo primero que se me viene a la cabeza son esa especie de góndolas que surcan las aguas de sus canales. También recuerdo las casas a rayas al lado de la playa y una foto con mi madre sentada al borde del mar.

La primera vez que visité esta ciudad lusa al sur de Oporto fue en 1996 y , aunque parezca difícil con 5 años , guardo varios recuerdos sobre esa visita y todos buenos.
Por eso, tanto tiempo después tenía ganas de volver y ver si había cambiado.

 

Decidimos hacer una escapada a Aveiro durante el puente del 15 de agosto y, como nos esperábamos, la ocupación hotelera estaba casi al 100%

Por eso nos decantamos por el camping. Por la Quechua, bendita tienda que se monta en 3″ y no la media hora que se pegaba mi padre con la canadiense de marras. Elegimos un camping a 10 minutos de Costa Nova y que , para los que os guste acampar, es muy buena opción tanto por instalaciones y localización como por tranquilidad.

Pero siguiendo con Aveiro ¿qué ver en esta ciudad?
La principal atracción son sus canales, cruzados por varios puentes y que ahora es posible recorrer a bordo de los «Moliceiros» , esa especie de góndolas de las que os hablaba.
Su función hace años era la de cargar la sal y algas comestibles que traían de la costa.En Aveiro podréis comprar sin fin de clases de sal, pura o con distintas especias.


Lo mejor es echar a caminar y perderse por su callejuelas. Disfrutar y admirar los edificios coloridos y las múltiples fachadas de tipo modernista.


El paseo en moliceiro vale unos 8€ dependiendo de la empresa. Al ser puente cuando fuimos estaba hasta arriba por lo que finalmente al haber bastante cola nosotros decidimos no dar este paseo marítimo.

¿Y comer? pues claro, si estás en Portugal vas a comer mucho y bien. Y sobretodo , barato.

A lo largo del canal principal hay muchísimos restaurantes pero nosotros nos decantamos por uno que vimos mientras callejeábamos. El «Snack bar picota» es un bar pequeño con pocas mesas, pero con la típica parrilla lista para hacer un buen frango a grelha o cualquier plato casero de su carta. Comida rica, preparada al momento, trato amable (sin florituras). Lo que te puedes esperar de un negocio familiar.

Comimos plato de costeletas a grelha (chuletas) en la típica bandeja plateada que toda abuela gallega tiene en su casa, acompañado como sólo saben hacer en Portugal .. patatas fritas, arroz y ensalada. Que no falte de nada. Ésto junto con la bebida, dos cafés y dos postres ¡ 17’5€ !  Mención especial al dulce de la casa, una especie de tiramisú pero con crema pastelera, de rechupete.

Después de descubrir Aveiro podéis bajar a cualquiera de las playas cercanas. Praia da Barra y Praia da Costa Nova.

Costa Nova es quizás la más famosa por sus peculiares casas coloridas y a rayas. Comparando las fotos de 1996 que tenía en casa, poco ha cambiado. En la zona más cercana al paseo ahora hay un gran edificio (de dudoso gusto) que es un mercado, pero el resto sigue manteniendo su encanto original.

En el paseo hay varios quioscos donde podréis pedir una «tripa» o una «bolacha». Ambos son similares pero la tripa es más parecida a un crêpe mientras que la bolacha es tipo barquillo. Para probar algo distinto rellenadlos con «ovos moles» que no es más que yema con azúcar. Esta mezcla la veréis en varias pastelerías puesto que es uno de los dulces más típicos de la zona.

Tras disfrutar de la playa, de Aveiro y de la tranquilidad del camping terminamos el puente paseando por Oporto la mañana que volvíamos para casa. Con su encanto, es una de las ciudades que más me gusta para recorrer con calma y saborearla. Con su belleza en ruinas, sus cuestas y su aire melancólico es sin duda un lugar que, si no habéis visitado todavía, tenéis que ir.
Para terminar de saborear Portugal : una francesinha ,una bomba calórica inventada por un cocinero luso, que fue nuestra despedida culinaria particular (ideal para luego conducir unas cuantas horas).

Francesinha.jpg

Así que, turismo y playa siempre con la barriga llena.
¿Qué más se puede pedir?
Pues volver pronto a  Portugal ,que siempre es una buena idea.