Hace menos de un año pisé por primera vez la capital del Reino Unido y ,como os explicaba en el post de 3 días en Londres, intentamos sacar el máximo partido a nuestra visita. Sin embargo, es imposible que no quedasen cosas por ver.

Por suerte este agosto pude volver para visitar a mi querida amiga Mei ,que trabaja como profesora en Inglaterra,  y aprovechamos a pasar un sábado diferente recorriendo nuevas zonas de Londres.

Y es que en una ciudad tan grande, cosmopolita, viva y cambiante como ésta ¿Cómo vas a ver todo? Siempre habrá algo nuevo que hacer, algo por descubrir.

Con este post os llevo a pasear por algunos sitios típicos que me faltaron la otra vez y otros no tan convencionales ¿Vamos?

Saint Dunstan in the East garden

Pasear por la City de Londres puede ser toda una experiencia:
Si es entre semana te verás arrastrado por el ir y venir de la gente, por el bullicio de sus calles, por la prisas de los businessman y envuelto en un contraste de edificios antiguos y grandes rascacielos. Si la visitas en sábado, podrás caminar por sus calles prácticamente solo.

Vayas cuando vayas, el jardín creado entre las ruinas de la antigua iglesia de St. Dunstan in the East debe ser una de tus paradas.


En octubre no sabíamos de su existencia y esta vez Mei me llevó hasta allí.
Un sitio muy distinto y curioso ya que es un pequeño oasis en medio de los rascacielos. Además tiene un ambiente especial y una historia que te envuelve en un halo de nostalgia. Esta iglesia sufrió el gran incendio de Londres, varias reconstrucciones y por último cayó tras los grandes bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, finalmente consiguieron darle un final «feliz»  a sus ruinas creando este lugar.

No dudes en hacer un alto en el camino y disfrutarlo.

Londres - Secret places - Inglaterra - Wanderlust

 

Tras comernos un tentempié , continuamos a pie hasta la orilla del Támesis donde se sitúa la Torre de Londres.
Nuestra idea era ir hasta el Barrio de Greenwich y una opción rápida, cómoda y diferente es utilizar uno de los ferries que recorren el río.

El precio del billete simple es de 8£ los adultos y 4£ en caso de niños hasta 15 años. Sin embargo, con la Oyster Card o  con la Travel Card el precio se reduce un 30%, unas .

Barrio de Greenwich 

Greenwich os suena ¿no? Efectivamente, por aquí pasa el meridiano que marca los husos horarios del mundo ¡nada más y nada menos!

Este barrio fue en su momento una ciudad independiente, pero con la expansión de Londres se vio absorbida por ésta.

El recorrido por el río es muy bonito y ves zonas de Londres que de otra forma te perderías. Greenwich nos recibe con la espectacular vista del Old Royal Naval College, no había visto casi nada y ya prometía.

Este no es el único edificio impresionante del barrio, cuenta con varios museos de estilo clásico y por supuesto el famoso Observatorio (al que nosotras no subimos por falta de tiempo). La primera parada fue para admirar el Cutty Sark, el famoso e importante mercante, actualmente conservado en dique seco.

Greenwich - Londres - Cutty Sark

Seguimos paseando y siendo sábado qué creéis que nos encontramos según nos adentramos en la zona centro del barrio, pues sí … mercados, muchos mercados. Es sabido el amor de los ingleses por sacar una mesa y ponerse a vender cosas vintage en la calle. Y yo encantada, claro.

Primero recorrimos en Greenwich Market, antiguo mercado en el que puedes comprar de todo y más. Puestos de comida, tiendas de muebles, artesanías … ¡a consumir!

 

Después del tentempié estábamos llenas y pudimos resistirnos a todos los puestos de comida que nos encontrábamos. Pasta, curry, comida portuguesa, inglesa, china … no nos llegarían las horas para probarlo todo.

El barrio tiene mucho encanto, a mí me chifló. Las casas antiguas y las calles pequeñas dan esa sensación de estar en un pueblo más que en un barrio de Londres.

A lo largo de las calles nos encontramos con otro par de mercados tipo vintage. También había de todo, los anillos de la abuela, placas que encontraron en alguna casa y todo lo que os podáis imaginar y que se pueda vender.

¡ Y no gastamos nada ! increíble pero cierto.

 

A ver, logramos resistirnos un rato a lo de comer mil cosas. Pero al final, una es de carne y hueso y tanto andar abre el apetito cosa fina (cada pocas horas, concretamente)  así que nos fuimos a uno de los restaurantes del chef Jaime Oliver. A priori puede sonar caro, pero se trata de una especie de cadena de restaurantes italianos que regenta y además de tener comida de calidad, los precios son más que razonables.

*Meiconsejo: Mirad en la web del restaurante, porque suele haber «vouchers» . Nosotras usamos un  descuento de 10£ consumiendo un mínimo de 30£. Al final te sale como un menú del día (echando bien cálculos cuando pides) incluyendo postre, bebida y café.

Si os pasáis entre semana, cuentan con menú por 12£ al mediodía.

 

Aunque la mañana había sido estupenda, el señor del tiempo nos había chivado que podía llover. Como queríamos todavía acercarnos hasta la zona de Covent Garden con sol decidimos irnos de Greenwich . No nos adentramos en el túnel peatonal que cruza el río por debajo, pero os dejo una foto y explicación del mismo. Cogimos directamente el DLR hasta Canary Wharf y de ahí hasta Picadilly Street en metro (había varios cortes en las líneas y fue la forma menos enrevesada de llegar al centro).

 

¿Os estoy liando mucho con tanto ir y venir? ¡Era un día con sol y había que aprovecharlo al máximo!
Para que os situeis un poco mejor os dejo este mapa con cada zona marcada.

Covent Garden Market , Chinatown & Neal’s Yard

Recorrimos Picadilly Street y nos adentramos en Chinatown, mucho más «china» que la que visitamos el día anterior en Birmingham. Había ese olor de toda la comida oriental, me parecía estar de nuevo en alguna calle de Pekín … sin salir de Inglaterra.

Londres - Chinatown
¡Esto es Chinatown!

 

Entramos y salimos de las tiendas del Soho, recorrimos sus bulliciosas callejuelas hasta llegar a un lugar muy especial ya cerca de Covent Garden : Neal’s Yard

Una oleada de color invade esta plazoleta, otra especie de oasis en medio de la ciudad. En su momento fue un lugar de moda entre la gente del movimiento hippie. Su «fundador», Nicholas Sanders,  montó un almacén de alimentos naturales y se expandió con otros negocios como cafeterías o tiendas, todo de carácter naturista. Actualmente ese ambiente alternativo se conserva ya que las tiendas de la plaza siguen usando productos naturales y los restaurantes materia prima propia de la estación.

Puedes comprar, tomar algo o simplemente sentarte a disfrutar de sus edificios y su peculiar paleta de colores que lo hace un rincón encantador y mágico. Puede que llegues por casualidad o buscándolo, sea como sea seguro que te gustará.

A pocos minutos se encuentra Covent Garden, una de las zonas con más encanto de Londres y que sin embargo no habíamos visitado la otra vez ¿Sabías qué …? La mayoría de Convent Garden está iluminada todavía con lámparas de gas. Imaginaos la atmósfera de noche, no me lo pierdo la próxima vez.

Su mercado es un sitio espectacular , y aunque la mayoría de sus tiendas tienen precios elevados, el simple hecho de pasear por él vale la pena. Además en las inmediaciones os encontraréis con artistas callejeros y la música amenizará vuestro paseo. Un barrio con mucha vida.

En este mercado podéis probar unas de las mejores cookies que he comido.  ¡Buenísimas! aunque también algo caras.  Las venden en la pequeña tienda llamada Ben’s cookies, el precio oscila entre 1’6£ y 1’9£ cada una. Nueces de macadam con chocolate blanco, arándanos con caramelo … se me hace la boca agua al recordarlo.

 

Llevábamos todo el día caminando, descubriendo sitios geniales y teníamos en nuestro poder unas deliciosas galletas para la vuelta a casa ¿Qué mas pedir? Que no lloviese hasta que llegásemos al tren.

Fue sin duda un sábado estupendo y diferente. Sin Big Ben, Notting Hill o Westminster … pero sacando partido a tantos otros sitios que Londres ofrece ¿Vosotros ya los conocíais?

Dejadme recomendaciones de más y más lugares para cuando pueda volver ¡siempre hay tanto que ver!

 

See you soon, viajeros 🙂